martes, 13 de abril de 2010

NUTRIAS


La mayoría de ellas tienen costumbres solitarias. Tanto es así, que la vida en grupo se restringe a la época de cuidado de la prole (hembras-crías) y hay contactos muy breves entre machos y hembras tan sólo unos minutos para el cortejo y apareamiento; después, cada animal se instala en su territorio, sin guardar vida de pareja, excepto en las nutrias marinas y las del Amazonas, que son más sociales y constituyen grupos.
El reconocimiento es visual y olfativo mediante deyecciones de orina y almizcle (sustancias de las glándulas anales, típicas de mustélidos). El área o de campeo del macho es mayor y engloba el de varias hembras reproductoras. Los límites territoriales se marcan con excrementos que los sitúan en lugares visibles como piedras, puentes o troncos varados. Los desplazamientos nocturnos pueden ser de varios kilómetros, alternando la pesca y el descanso y cambian muy a menudo de lugar para dormir, que puede ser a cielo abierto o escondidas entre ala vegetación, piedras o auténticas madrigueras.

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